Motivar los Chakras es fuente de energía y salud

Es muy positivo para el cuerpo físico del hombre, pero también para el cuerpo espiritual, saber activar y controlar los efectos de los Chakras. Por ello, empezamos explicando los ejercicios a efectuar para potenciar los Chakras, lecciones que pueden complementarse con la amplia bibliografía existente sobre este apasionante tema.

Introducción

Toda vida, nosotros incluidos, es una energía vital que vibra en diferentes grados en nuestro organismo. Estas energías, desconocidas para los que no están iniciados en el esoterismo, el yoga o la meditación, pasan desapercibidas la mayoría de las veces.

Estas fuerzas o energías reciben el nombre de ‘‘chakras’’, y son centros de fuerza vital, que se encuentran en todo nuestro cuerpo. En sánscrito, la palabra ‘‘chakra’’, significa rueda, y estos centros de energía pueden verse como diminutas ruedas o vórtices de fuerza.

El conocimiento de estas fuerzas, motivan y potencian nuestras facultades, tanto a nivel físico como psíquico, y conocer su mecanismo de iniciación es alcanzar la plenitud de la vida.

Así pues, con este preámbulo, hay que entender que la vida, es por tanto un proceso hacia arriba y hacia abajo: fluye desde su fuente a la manifestación y regresa otra vez a la misma fuente con una experiencia añadida y obtenida en este descenso. Podríamos decir, que se produce un circuito de circunvalación, de purificación y limpieza del organismo. Aquí juega un importante papel la dualidad, las dos polaridades que son la materia y el espíritu. El Yin y el Yang, el Ser y el No ser. Estas polaridades o manifestaciones, sus aspectos subjetivos y objetivos de nuestro ser, a través de múltiples combinaciones y numerosas etapas intermedias, constituyen nuestra experiencia total, es decir, la totalidad de nuestro microcosmos y que en esoterismo se denomina ‘‘La Danza del Yin y del Yang’’.

Las religiones orientales, que ya conocían estos ancestros, como el budismo y el hinduismo, se ocuparon hace siglos de mantener este estado de vigilia permanente en nuestro cuerpo y espíritu, mediante estas fuerzas o chakras. Estas religiones ponen su énfasis en la alegría y en la bendición, estado supremo que se experimenta cuando el alma puede apartarse de su unión con el ser corporal, logrando la unión con el principio espiritual superior existente en nuestro interior.

Esta motivación, éxtasis en los más purificados, cuerpo astral en los ocultistas, y contemplación en los estados místicos, predisponen a un nivel de conciencia, que con el tiempo y practicando mucho los ejercicios que expondremos más adelante, dotan al ser humano de unos poderes extraordinarios.

Los siete chakras del hombre, porque siete son los puntos vitales o vórtices, se corresponden así con la escala musical de siete notas; los chakras inferiores tienen una vibración más lenta y se corresponden con las notas más graves de la escala musical, y los chakras superiores se corresponden con las notas más agudas.

La misma acción a nivel espiritual, tienen los siete sacramentos de la Iglesia Cristiana. Los cuatro primeros, son de energía vital y sirven para poner en marcha las manifestaciones espirituales del hombre, y los tres últimos, purifican o devuelven las fuerzas perdidas durante la vida.

Nótese, que ya San Pablo definió al hombre como ‘‘Espíritu, Alma y Cuerpo’’. Espíritu y Cuerpo son las dos polaridades básicas, y ‘‘pensamiento’’ es la relación entre ambas.

 
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